El ministro de economía calificó como «sano» tener saldo negativo en la cuenta corriente en «economía que está creciendo al 6%».
Tras las declaraciones del ministro de Economía, Luis Caputo, quien defendió el creciente déficit de cuenta corriente como “algo razonable y hasta sano para una economía que está creciendo al 6%”, la economista Marina Dal Poggetto expresó sus reparos en una entrevista radial y advirtió sobre los riesgos latentes que enfrenta el modelo económico actual.
En diálogo con Sábado Tempranísimo (Radio Mitre), Dal Poggetto señaló que “Argentina, a diferencia de países como Australia, nunca ha logrado convivir con déficits de cuenta corriente sostenidos sin desencadenar crisis”. Si bien reconoció que el rojo externo actual aún se encuentra por debajo del nivel de 2017, advirtió que “está creciendo muy rápido”, lo que plantea un desafío en términos de financiamiento y estabilidad.
En referencia al esquema cambiario vigente, lo caracterizó como uno de tipo flexible con bandas, condicionado por objetivos electorales: “La prioridad fue mantener el dólar en la parte baja de la banda para compensar la inflación, lo que implicó intervenciones en el mercado de futuros y la postergación de compras oficiales de divisas hasta hace pocos días”.
Dal Poggetto también cuestionó la sostenibilidad del financiamiento en dólares. “El Gobierno logró fondos del FMI en abril y recurrió a colocaciones privadas en mayo y junio, incluyendo la reapertura del REPO, pero son mecanismos costosos. No hay déficit primario ni financiero registrado, aunque parte de los intereses no se están contabilizando”, explicó.
Otro punto de alerta fue la reaparición de operaciones especulativas como el “rulo”, tras la eliminación del esquema blend y la apertura al acceso minorista al mercado oficial. “Se genera una brecha inversa donde el dólar financiero (MEP) cotiza por debajo del oficial, incentivando arbitrajes que presionan sobre el sistema”.
Por último, la economista estimó que la inflación de junio podría ubicarse “levemente por debajo del 2%”, ayudada nuevamente por precios estacionales contenidos, especialmente en frutas y verduras.